Un nuevo estado de ánimo entre los mineros de Huanuni

El senador por el Movimiento Al Socialismo (MAS) y ex dirigente de la COB, Pedro Montes, fue abucheado esta semana por trabajadores mineros de Huanuni cuando se aprestaba a imponer a su sucesor al Sindicato Mixto de Trabajadores Mineros de Huanuni (SMTMH), sin haber mediado elecciones.

Montes junto a Miguel Pérez, de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) no solo pretendían imponer al sucesor de Montes al sindicato sin haber llamado a elecciones, sino que tenían la intención de nominar a los candidatos para las próximas elecciones a gobernador y a las municipales. Sin embargo se encontraron con una asamblea hostil, que impidió la nominación de candidatos y que los trató de traidores, de “haberse aprovechado de los trabajadores”, y de utilizar el sindicato con fines privados.

En ese ambiente, ambos burócratas sindicales abucheados tuvieron que aceptar la nominación del Comité Electoral que debe llevar adelante las elecciones en diciembre para el SMTMH, además de definir que la clave será velar por el bienestar de los trabajadores, terminar con las jubilaciones y retiros forzados que el MAS había impulsado, y recuperar “la esencia minera” basada en la independencia política y sindical de los trabajadores. Con lo sucedido en esta asamblea, se puede constatar un importante cambio en el estado de ánimo de los trabajadores, luego la fuerte campaña de persecución política llevada adelante durante más de 15 meses por parte de la burocracia contra aquellos que habían impulsado la formación del Partido de los Trabajadores (PT) durante el 2013.

Las elecciones del 12 de octubre y el voto en blanco

Durante estos 15 meses el gobierno logró contener a los trabajadores de base con promesas como inversiones productivas, combinando esto con mentiras sobre quiebra técnica, agotamiento del yacimiento, etc. Esta contención fue aprovechada para lanzar una tremenda “cacería de brujas” no sólo en Huanuni, sino en la Universidad Nacional Siglo XX y en cada sindicato que pudieron para deshacerse de sectores combativos que defendían la independencia política de los trabajadores.

En Huanuni, argumentando “crisis” se produjeron jubilaciones forzosas y despidos de mujeres cuyos maridos habían fallecido por accidentes o silicosis. La fiscalía se mantuvo presente para recordar a los trabajadores que existían 22 procesos penales por las huelgas de mayo del 2013 y la contraloría anunciaba juicios a los trabajadores por no pago de impuestos. Durante este tiempo la burocracia despidió a todos los trabajadores de Radio Nacional Huanuni terminando con una de las pocas radios mineras que mantenían la tradición de la vieja clase obrera boliviana: Donde antes se transmitía a toda la población los debates de asambleas, reuniones de cuerpos de delegados o simplemente se leía y reflexionaba con las prensas de las organizaciones obreras y de izquierda, hoy una monótona música chicha es la que manda.

Sin embargo, en las elecciones presidenciales del 12 de octubre, de 15.000 empadronados en Huanuni, 3.000 no asistieron a las urnas, y, de los 12.000 restantes, el voto en blanco tuvo un número significativo de casi 4.000 personas. Como resultado, la segunda fuerza luego del MAS fue el voto blanco. El voto nulo, no supero la media nacional del 3%. En la localidad cercana de LLallagua donde está el centro de la Universidad Obrera de Siglo XX y donde también la idea del PT echó profundas raíces, el voto blanco alcanzó hasta el 25%. El alto nivel de abstención y voto blanco ha posibilitado que los trabajadores expresen su descontento, constaten su fuerza y vean la debilidad de Montes y los masistas que se sostenían gracias al poder del Estado, de la fiscalía y del dinero. Queda pendiente ver cómo evoluciona este nuevo estado de ánimo en los trabajadores y si los sectores combativos están en condiciones de presentar una alternativa a las combinaciones que la burocracia ya está poniendo en marcha para retener el control de este importante sindicato.