Se acerca la fecha anunciada para el Congreso de la Central Obrera Boliviana, aunque se conoce que la directiva maniobra para postergarlo lo más posible. Este evento debiera realizarse con amplia discusión y plena participación de las bases, para decidir cómo unirnos y movilizarnos para frenar los ataques empresariales, defender el salario, asegurar el respeto a la jornada de 8 horas y demás derechos laborales, como parte de una respuesta de los trabajadores para que la crisis la paguen los capitalistas y el imperialismo, y no las familias obreras y el pueblo pobre. Esto, junto a cómo avanzar en dotarnos de una expresión política propia de los trabajadores, independiente del gobierno tanto como de los partidos empresariales, debieran ser dos temas claves del próximo congreso.
Sin embargo, Pedro Montes y los actuales dirigentes, de la mano del Gobierno, quieren asegurarse un Congreso burocrático y bien controlado, o bien postergarlo lo más posible. Buscan consolidarse en sus sillones y mantener a la COB, bajo el pretexto de “defender el proceso de cambio”, como dócil “correa de transmisión” de las políticas del oficialismo, de pactos con los empresarios, bajos salarios, postergación de las demandas de los trabajadores y conciliación con la derecha y las transnacionales. Al servicio de esta política, el gobierno con la colaboración de los dirigentes nacionales a cambio de algunas prebendas, está avanzando en la cooptación estatal de la COB y los sindicatos,.
A pesar del rol de los dirigentes, crece el descontento obrero por la situación laboral, y hay disposición a la lucha, a resistir los ataques empresariales, como el intento de prolongar la jornada laboral o los despidos, como muestran la gran movilización minera a La Paz y las luchas de otros sectores, como magisterio, enfermeras, Manaco, Luz y Fuerza de La Paz, etc.
Que estas luchas triunfen es muy importante para prepararnos frente a los próximos ataques de los empresarios al salario, la jornada laboral, el empleo, pues los patrones, ayudados por la política económica del gobierno, pretenderán que los trabajadores paguemos la factura más pesada de la crisis para mantener a salvo sus ganancias.
Y para eso, tenemos que dotarnos de un programa obrero para que la crisis la paguen los capitalistas y el imperialismo, con medidas como la defensa de las 8 horas para todos los trabajadores del país, en el camino de imponer el reparto de las horas de trabajo entre todos los brazos disponibles, y sin reducción salarial (con lo que habría trabajo digno para todos), el control obrero colectivo, la nacionalización sin pago y bajo control obrero de toda empresa que cierre o despida y otras medidas, imprescindibles para unir a los sindicalizados y no sindicalizados, a los desocupados, a los precarizados (que hoy son la amplia mayoría) y proteger los intereses de la familia trabajadora.
Esto va de la mano con la necesidad de recuperar la plena independencia de clase (como señalan los estatutos de la central obrera) es decir, sindical y política de la COB y las organizaciones matrices, hoy enfeudadas por la burocracia al gobierno.
Si bien la propuesta de construir un instrumento político de los trabajadores basado en los sindicatos ha sido cajoneada por la conducción cobista, la clase obrera necesita una expresión política propia, que utilice todas las instancias para denunciar la situación laboral, apoyar las demandas obreras y presentar una respuesta de los trabajadores frente a la crisis y los grandes problemas nacionales.
Debemos pelear por la más amplia democracia obrera en la COB y los sindicatos y la expulsión de la burocracia corrupta. Necesitamos comenzar a sentar las bases de una nueva dirección, clasista, combativa e independiente del gobierno y cualquier variante patronal para la COB.
Por eso, los trabajadores y las trabajadoras que nos agrupamos en torno a la LOR-CI y el periódico Palabra Obrera hacemos un llamado a todos los sindicatos combativos, a nuestros hermanos de calse que hoy están en distintos conflictos, a los trabajadores avanzados que quieren recuperar nuestras organizaciones matrices como poderosas herramientas de lucha. Les proponemos comenzar a discutir y reagruparnos para dar la pelea de cara al Congreso, por una COB con independencia de clase y con un programa para que la crisis la paguen los capitalistas y el imperialismo.