La muerte de dos humildes cocaleros cerca de Parque Carrasco, en Yungas de Vandiola, al resistir un operativo policial de erradicación y la posterior retención de 11 efectivos por los indignados campesinos, dejó al desnudo la política del MAS ante la cuestión de la coca.
El gobierno de Evo Morales hace campaña internacional por la despenalización de la hoja de coca y plantea una política alternativa a la “erradicación forzosa” impulsada por los yanquis, que se había hecho prácticamente inaplicable desde Octubre del 2003.
Esta nueva política se basa en el “autocontrol” de los cocaleros en las zonas tradicionales sobre la base de “un cato de coca por afiliado” pero es vista con gran desconfianza por el gobierno norteamericano. El MAS busca la “comprensión” de Washington intentando demostrarle que puede limitar la extensión de los cultivos apelando a su influencia entre los colonizadores, al mismo tiempo que deja correr los planes de “desarrollo alternativo” y otras operaciones de USAID y sus ONGs “satélites” en Yungas y otras zonas productoras. Los hechos de Yungas de Vandiola demostraron que el gobierno sigue aplicando en las zonas no reconocidas por la nefasta Ley 1008 la “erradicación forzosa” contra la que tanto combatieron los cocaleros.
Frente a la legítima resistencia campesina, Evo echó mano del mismo viejo discurso: “detrás está el narcotráfico”, para aislar a los cocaleros de la zona, mientras acudía al Chapare a renovar el apoyo de las Federaciones del Trópico.
Yungas de Vandiola resiste
Un pronunciamiento de la Subcentral Campesina Icuna del 16 de Octubre explica “Luego de dos arduas semanas de resistencia a la militarización e intento de erradicación del gobierno de Evo Morales en la zona de cultivo tradicional de Yungas de Vandiola, (...)La erradicación continua impune y la subcentral Icuna se alista a resistir.” (...) “La coca en sí misma, o una política de industrialización de la coca, no le interesa al gobierno y prueba de ello es que el MAS intente erradicar la única zona legal y milenaria de plantación de cocales de Yungas Vandiola” (...) El texto llama al bloqueo de caminos y movilización y señala: “La tragedia de Huanuni y los asesinatos de nuestros compañeros cocaleros en Yungas Vandiola el pasado 31 de septiembre por fuerzas del gobierno, demuestran que los entenados de este gobierno debemos unirnos para resistir esta política sectorialista que está dividiendo y enfrentando a los trabajadores y campesinos de Bolivia. Por eso convocamos a la COB a organizar y dirigir la resistencia contra la traición a la coca y la nacionalización”.