El pan, las verduras y los cereales han subido, los productos de primera necesidad como la leche o la carne son objeto de especulación por parte de los empresarios y grandes ganaderos. Mientras la inflación del mes de julio llegó casi al 7%, el salario de los trabajadores continúa sin alcanzar en la mayoría de los casos el miserable aumento del 5%.
Entretanto y producto de la baja permanente del dólar, los exportadores de productos manufacturados intentan endurecer aún más el congelamiento salarial y empeorar las condiciones laborales.
Estamos ante un nuevo ataque contra la economía obrera y popular. En casi todas las empresas capitalizadas y con inversión extranjera, intentan evadir un aumento salarial. En otras los empresarios han decidido bajar aun mas el salario, como en Aseo Urbano de El Alto, donde los trabajadores cobraron 125 bolivianos menos que el mes pasado.
Lo que buscan los ganaderos, los especuladores y los empresarios es desgastar las fuerzas obreras y populares mediante el hambre. El gobierno del MAS y las alcaldías hablan de especulación y sin embargo toman tibias medidas como es la importación de harina y carne, o como la exigencia a las vendedoras de los mercados de mostrar los precios, pero ninguna medida que signifique un verdadero combate a la especulación. Todo lo contrario, ya que el gobierno ha ofrecido créditos blandos y vacas a bajos precios a los que especulan con el hambre del pueblo, mientras la inflación sigue “achicando” el salario.
Esta situación no puede continuar. Sindicatos de base han empezado a pelear para defender el salario y las condiciones laborales. Los choferes asalariados paralizaron parcialmente el transporte interdepartamental el lunes 20 de agosto demandando mejoras en las condiciones laborales. Trabajadores terciarizados del aeropuerto de Cochabamba recurren al quite de colaboración y al paro para defender a sus compañeros despedidos. En algunos lugares los trabajadores empiezan a discutir como cambiar a las directivas “amarillas” pues ven la necesidad de que sus sindicatos sean herramientas de lucha. En varias provincias las organizaciones campesinas han empezado a discutir como enfrentar la especulación y el alza del costo de vida. ¡Es necesario desarrollar, extender y unificar estas iniciativas en defensa de la economía obrera y popular!
Sin embargo los dirigentes de las organizaciones obreras y populares, como en la COB, la COR de El Alto, o la Federación de Fabriles de La Paz, en forma vergonzosa y manteniendo su colaboración con el gobierno “miran para el costado” ante la grave situación que atraviesan las familias obreras y populares.
Hace falta la urgente convocatoria a un ampliado de emergencia de la COB, en el cual puedan participar los delegados de los sindicatos de base para definir en forma urgente un plan de lucha contra el alza de precios, en defensa del salario y por las demás demandas de los trabajadores. Algunos sindicatos de El Alto, como SITRASABSA, DBU-Swissport y otros han empezado a levantar este reclamo. Es necesario seguir ese ejemplo, pues hace falta preparar y unificar la lucha contra los empresarios y especuladores para evitar que las condiciones de vida de nuestras familias empeoren.
Por Javo Ferreira