ES MÁS URGENTE QUE NUNCA que la clase obrera se dote de una expresión política independiente como clase.
Desde hace años que en congresos y eventos sindicales se viene proclamando la necesidad de un Instrumento Político de los Trabajadores. La proximidad del congreso de la COB y el desgaste del MAS tras dos años de gobernar están reactualizando esta discusión.
Sin embargo, pese a que esta demanda se aprueba en todos los eventos, la burocracia sindical se encarga de que la misma quede en un cajón hasta el próximo evento sindical. Pedro Montes, Edgar Patana y diversos burócratas son enemigos de la posibilidad de un IPT ya que su sola convocatoria implicaría un distanciamiento del MAS o de cualquier partido burgués.
Sin embargo luego del congreso de la Central Obrera Departamental de Oruro, el nuevo ejecutivo, Jaime Solares, ha planteado que esta debe ser una política clave a impulsar en los próximos meses.
Algunos grupos y burócratas entienden el “Instrumento” como la búsqueda de cualquier tipo de sello electoral, con cualquier programa, y para aliarse con personajes caídos del mundo político burgués, como jueces, curas o militares y policías “progresistas” y “patrióticos”, con una metodología de funcionamiento que se apoye en los acuerdos políticos de camarillas o de grupos y no en la participación activa de los trabajadores. Intentan de esta forma legitimar cualquier tipo de aventura o maniobra electoralista apoyándose en las resoluciones de un IPT.
Los socialistas revolucionarios defendemos que sería un gran paso adelante la construcción de un instrumento político de los trabajadores basado en los sindicatos, con plena democracia obrera y libertad de tendencias, que defienda la independencia política de la clase trabajadora en todos los terrenos, participando incluso en escenarios electorales con candidatos obreros. En el IPT, los revolucionarios participaríamos defendiendo un programa de clase, por una salida obrera, campesina y popular a la crisis nacional.
Hay trabajadores honestos y combativos, que creen que el Instrumento Político resolvería el problema de la “dirección revolucionaria” y lo piensan como una prolongación del sindicato en el terreno político. En la medida en que ven necesaria la participación política independiente de la clase obrera en la vida nacional, separándose frente a los partidos y organizaciones burguesas, esa visión es un paso adelante. Con estos compañeros propugnamos la mayor unidad de acción posible para impulsar el surgimiento de un IPT, ya que de llevarse a cabo esta política seria la primera vez en décadas que la clase obrera, como sujeto social diferenciado, interviene en política. Sin embargo, creemos que aunque sea un gran paso adelante hacia la independencia política de la clase obrera, no será suficiente, y dentro del IPT habrá que construir una fuerte tendencia revolucionaria y confluir con los sectores más avanzados en la construcción del partido revolucionario que necesita la clase obrera para dirigir la transformación del país desde sus cimientos.