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La situación de la mujer trabajadora

Dobles y triples cadenas

 

El Día Internacional de los Trabajadores, muchas jóvenes obreras textiles y de otros sectores marcharon en La Paz con sus sindicatos, lo que muestra que crece el deseo de hacerse respetar y defender sus derechos entre las trabajadoras. La situación de la mujer como parte de la clase obrera es muy dura, tanto por ser trabajadoras explotadas, como por ser oprimidas como mujeres y para una mayoría, también discriminadas por ser indígenas. En esta nota presentamos algunos datos que muestran su situación en Bolivia hoy.

Explotación como trabajadora

En 2001, el 34,2 % de la población era pobre; el 21,7 % en la indigencia y el 2,7% en la marginalidad. ¡Más la mitad de la población vive en pobreza! Además, 24% de los que son "no pobres" viven en "umbral de la pobreza.’1 En 2002, el 10% más pobre de la población recibía sólo 0,2% de todos los ingresos, mientras que el 10% más rico se quedaba con 47% -235 veces más.2

Esta situación castiga a las mujeres con mucha más fuerza, tanto en el campo como en la ciudad. Los datos oficiales (ver cuadro) muestran la desigualdad en el ingreso promedio de hombres y mujeres y su distribución en diferentes ramas de trabajo:

Vemos que en general la mujer gana la mitad o un poco más que el hombre dentro de la misma ocupación. La razón puede ser que mujeres no acceden a los trabajos mejor pagados, o que cuando hacen el mismo trabajo, se les paga menos. En ambos casos es discriminada.

El porcentaje de mujeres jefas de hogar es alto y sigue aumentando. En 2002, casi 4 de 10 hogares estaban encabezados por una mujer, lo que significa que las mujeres toman toda la responsabilidad familiar con ingresos generalmente menores3. En los trabajos con ingresos altos los hombres son el doble que las mujeres. En los trabajos con menos ingresos trabaja mayoritariamente mujeres. Por ejemplo, 6 de 10 mujeres trabajan en servicios o trabajos no calificados, y solamente 2 de 10 hombres. Siendo mujer, la posibilidad de obtener un trabajo bien pagado es muy pequeña.

Violencia contra la mujer

No solamente en el mundo laboral la mujer es explotada y maltratada, también en la casa y en la sociedad. En Bolivia el 64% de las mujeres han sufrido violencia emocional, física o sexual por parte de su propia pareja, 53% de mujeres alguna vez han sufrido física o sexual por el mismo. 60% de mujeres han recibido moretones o han tenido dolores en el cuerpo por agresiones de su pareja, y 3% han sufrido aborto por maltrato físico.4

La violencia empieza desde niña o joven, en la casa o en la escuela, y nos enseña que no se puede hacer nada en su contra. Para menores de 14 años, por cada chico atendido por violencia intrafamiliar, llegan 1,3 chicas. Para mayores de 14 años, las cifras son 3.2 mujeres por cada hombre5 -¡son las que van al hospital!.

Los casos de extrema violencia como los llamados ‘crímenes pasionales’ no son más que feminicidio, una expresión de la situación de la mujer en las familias y en la sociedad. En más de la mitad de los casos resueltos de asesinatos de mujeres, el asesino es su pareja o conocido: “En Bolivia, entre el 2003 y 2004, 373 mujeres de diferentes edades fueron asesinadas por sus esposos, enamorados, concubinos, amantes, parientes, vecinos y desconocidos.” De los apenas 37 casos sentenciados, 17 asesinos fueron las parejas, y 5 vecinos. Sólo en 15 casos fueron personas desconocidas. El resto no fueron penalizados6.

Hablando de violencia familiar, solamente 7.5% de las mujeres denunciaron ante la policía, según el INE (2006). Y muchos acosos, como la violencia psicológica, al no ser tipificados como delitos en la ley, no son sancionados: “De 10 mujeres violentadas, sólo tres buscan ayuda, esto debido, por vergüenza o porque no reciben la atención adecuada en las instancias donde recurren a buscar ayuda como son la Policía, las defensorías o los servicios médicos.”7

Una de cada 3 estudiantes de colegio en Bolivia han experimentado agresiones de tipo sexual. En menos del 1 % de estos casos la justicia ha podido penalizar al agresor.8 La violencia contra mujeres ocurre en el Estado mismo: por ejemplo, desde el año 2000 hasta la fecha se registraron 168 casos de violencia y discriminación contra concejalas. Muchos de estos casos no son denunciados.9

Tiempo de luchar

Muy poco o nada de esto ha cambiado con el gobierno del MAS. Los empresarios, con aceptación del Estado, siguen pagando menos a mujeres y niños para incrementar sus ganancias. Y la violencia hacia la mujer es devaluada por los medios de prensa y la sociedad como algo habitual. Es que explotación laboral, opresión de género y violencia contra la mujer son inseparables en una sociedad fundada en la explotación capitalista. Por eso, la lucha contra la opresión de la mujer y la causa del socialismo, son inseparables.

Tenemos que hacer la más enérgica y permanente denuncia de este estado de cosas y apoyar la organización de las mujeres -trabajadoras, amas de casa, estudiantes, etc.-, para pelear contra las dobles y hasta triples cadenas que sufrimos.

Por Nayra

Notas:
1. INE -UDAPE.

2. Fundación Jubileo, 2006.

3. INE, La Razón, 10/11/2005.

4. INE, Encuesta Nacional de Demografía y Salud, 2003.

5. INE 2003.

6. Red Nacional de Trabajadoras/es de la Informació’f3n y Comunicación, 2005, Red-Ada, La Razón 18/12/2005.

7. Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, La Razón 19-11-2007.

8. Centro “Una Brisa de Esperanza”, ENDSA 2003, Plan Nacional de Salud Sexual y Reproductiva 2004-2008

9. Asociación de Concejalas de Bolivia.



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