Poner en pie nuevo programa obrero para un nuevo movimiento obrero significa recuperar las mejores tradiciones proletarias, aprender de la experiencia de los últimos años y templar las consignas y métodos de lucha ante las tareas y desafíos actuales.
Las Tesis de Pulacayo son un componente irrenunciable en esta tarea.
Fueron adoptadas en el Congreso de Pulacayo de 1946 como Tesis Central de la Federación Minera (FSTMB).
Proponían un programa de acción obrera muy avanzado, que ponía en cuestión la propiedad privada burguesa y ponía su acento en la fuerza de la organización y movilización proletaria ante los ataques de los capitalistas y sus gobiernos.
Entre algunos de sus principales puntos y que conservan toda su actualidad figuran: la lucha por el salario básico, vital y con escala móvil; por la semana de 40 horas; por el contrato colectivo de trabajo; la organización de fondos o bolsas pro-huelga; la ocupación de minas; la defensa de la independencia sindical frente a todo gobierno burgués, denunciando a los falsos “ministros obreros”; el control obrero de las minas y el armamento de los trabajadores.
Medidas como estas son fundamentales en un programa obrero para enfrentar a la actual crisis. Articuladas con las consignas que den respuesta a las tareas nacionales y democráticas irresueltas y a las demandas populares, constituirían la base de un poderoso programa para unir en torno a la clase trabajadora a los campesinos, indígenas y sectores empobrecidos en una lucha victoriosa contra los ataques de los capitalistas y el imperialismo, y abrir las perspectivas de una salida obrera y popular.
Veamos tres puntos muy actuales entre las “reivindicaciones transitorias” que formaban parte de las Tesis:
El reparto de las horas de trabajo
“La única manera de luchar eficazmente contra el peligro permanente de boycot patronal está en conseguir la implantación de la escala móvil de horas de trabajo, la que hará disminuir la jornada de trabajo en la misma proporción que aumenta el número de desocupados. Tal disminución no debe significar una disminución del salario...”
La ocupación de minas
“Los obreros que han sacrificado sus vidas en aras de la propiedad de las empresas tienen el derecho a exigir a las empresas que no se les niegue el derecho al trabajo, aún en épocas que no sean bonancibles para los capitalistas (...) Si los patronos se encuentran incapacitados de otorgar a sus esclavos un pedazo más de pan; si el capitalismo para subsistir se ve obligado a atacar el salario y las conquistas alcanzadas; si los capitalistas responden a todo intento de reivindicaciones con la amenaza del cierre de sus instalaciones, no queda a los trabajadores más recurso que ocupar las minas y tomar por su cuenta el manejo de la producción”.
El control obrero
“La FSTMB apoya toda medida que tomen los sindicatos en sentido de realizar un efectivo control de los obreros en todos los aspectos del funcionamiento de las minas. Tenemos que romper los secretos patronales de explotación, contabilidad, técnica (...), etc., para establecer la directa intervención de los trabajadores en dichos ‘secretos’.