En Inglaterra, los días 16 y 17 de julio, 650 mil trabajadores del sector estatal y de los municipios salieron a la huelga contra el congelamiento salarial impuesto por el gobierno laborista de Gordon Brown. El paro tuvo un alto acatamiento y paralizó la actividad de escuelas, oficinas del estado, bibliotecas públicas, centros de arte y deportivos. Además, se vio afectado el servicio de recolección de basura, y se cancelaron vuelos en el aeropuerto irlandés de Derry y los ferries en algunos puertos bajo administración municipal, afectando sectores que cumplen una función vital en la comunicación y comercio con el resto de la isla. La gota que rebalsó el vaso fue la oferta del gobierno de Brown que establecía un tope de aumento salarial del 2.45% cuando el índice de precios al consumidor según datos oficiales es del 3.8% y la inflación amenaza llegar al 5% para fin de año. Las cuotas de las hipotecas aumentaron un 8%, los productos básicos como leche, pan, petróleo, gas y electricidad se han ido por las nubes, sufriendo el alza más grande en los últimos 25 años. Por eso la oferta salarial del gobierno es denunciada por los trabajadores como un "recorte salarial" a sus ya magros sueldos que hace 10 años que vienen rezagados por debajo del nivel de inflación. A la lucha se han plegado empleados de oficina, bibliotecarios, asistentes docentes y auxiliares.
En España, el 16 de octubre, un millar de trabajadores de la fábrica Nissan de Zona Franca salieron a las calles de Barcelona para rechazar el Expediente de Regulación (ERE), que plantea el recorte de la plantilla de trabajadores en un 37,5%, con el objetivo de deslocalizar la empresa a Tailandia en busca de mano de obra barata y dejar en la calle a 4479 trabajadores.
En Italia, el 17 de octubre se dio una huelga general que planteó el rechazo a la política de recortes salariales, a los convenios de reforma de los convenios nacionales, a las medidas racistas contra los inmigrantes y a la reforma privatizadora de la educación. Luego han continuado dándose importantes movilizaciones estudiantiles.
En Grecia, el 21 de octubre se desarrolló una huelga general de 24 horas en la que participaron millones de trabajadores del sector público y privado contra el rescate millonario anunciado para los bancos y la privatización de la línea aérea estatal. La huelga exigió aumento salarial y un aumento al gasto social para ayudar a las familias de los trabajadores que están siendo afectadas por la crisis económica.
Finalmente, a inicios de octubre en Bélgica, país que no se caracteriza por los niveles de movilización, se dio en una huelga general muy importante en rechazo al plan de salvataje de los bancos por el gobierno y reclamando aumento salarial ante la carestía de la vida.
Por Pity Ezra