NUESTRA POSICIÓN ANTE EL DEBATE EN LA COB SOBRE LA CONFORMACIÓN DE UN INSTRUMENTO POLÍTICO DE LOS TRABAJADORES

El miércoles 20 de julio se realizó el Segundo Encuentro de Secretarios Generales de sindicatos, convocado por la Central Obrera Boliviana para debatir la conformación de un instrumento político, con la presencia de un centenar de representantes de distintos sectores sindicales y algunas corrientes políticas de izquierda.

Allí, nuestra organización concurrió defendiendo la necesidad de la organización política de los trabajadores en torno a su propio programa y sus métodos de clase, para poder avanzar hacia el triunfo por el camino que marcan los levantamientos de masas de octubre del 2003 y mayo-junio de este año, es decir, la vía de la movilización revolucionaria hacia el poder obrero y campesino.

Nuestra posición política está expresada en el volante de esa fecha ("Para enfrentar el desvío electoral y las trampas reformistas: INSTRUMENTO POLÍTICO de los TRABAJADORES, de independencia de clase y por una salida obrera y campesina"), el mismo que fue masivamente distribuido.

Se realizó un importante debate político, donde intervinimos alertando contra todo proyecto de colaboración de clases con empresarios y militares, así como criticamos el abstencionismo político autoproclamatorio del POR, que en los hechos, sólo contribuye a dejarle las manos libres al MAS.

Finalmente, el encuentro votó constituir una comisión para discutir carácter, organización, programa, funcionamiento de un "instrumento político", debiendo llevarse las conclusiones a discusión en un nuevo encuentro obrero a realizarse a dos semanas de plazo.

Se eligió para integrar esta Comisión a la FSTMB (mineros), confederaciones de maestros urbanos y rurales y fabriles y Federación de Luz y Fuerza. A propuesta de algunas de las organizaciones sindicales presentes, el encuentro votó la incorporación a esta comisión de Javo Ferreira, director de Palabra Obrera y dirigente nacional de la LOR-CI.

En las primeras reuniones de esta comisión, continuamos la lucha contra toda fórmula de colaboración de clases y por todo paso progresivo a la organización política independiente de los trabajadores. Creemos que este debate no puede quedar entre dirigentes sino que tiene que ser ampliamente discutido por todos los trabajadores y las trabajadoras, pues son las bases las que deben decidir. Reproducimos más abajo el bosquejo de tesis que presentamos y defendemos.

POR UN INSTRUMENTO POLÍTICO DE LOS TRABAJADORES

Contra la conciliación de clases y por una salida obrera y campesina a la crisis nacional

Los trabajadores necesitamos nuestra propia organización política de clase, para hacer escuchar nuestra voz en el escenario político nacional, levantando una política obrera independiente de todos los partidos y expresiones burguesas y reformistas. Esto, en el camino de imponer una salida obrera y campesina a la crisis nacional. El nombre mismo tiene que señalar claramente el carácter de la organización. Por eso, defendemos la denominación de "Instrumento Político de los Trabajadores", para evitar cualquier confusión con las diversas trampas reformistas o nacionalistas (es decir, de colaboración de clases con la burguesía) que se quieren montar y enunciar claramente la relación con los sindicatos. Presentamos este bosquejo de tesis para la construcción del IPT a consideración de la COB, los sindicatos y todos los trabajadores.

1. De los principios y objetivos

El primer propósito del IPT debe ser defender consecuentemente la independencia política de los trabajadores, tal como plantean los estatutos de la COB. Esta es una cuestión fundamental, de defensa de los principios elementales de la clase obrera. Para combatir a los viejos partidos de la burguesía (MNR, MIR, NFR, etc.) pero también a sus "nuevas" expresiones (desde Tuto Quiroga al "bloque de los alcaldes") y cualquier acuerdo con ellos.

El segundo propósito es la unidad, unidad de las filas obreras y alianza de los trabajadores con los campesinos, pueblos originarios y pueblo pobre. Y esta unidad, la única que sirve para luchar, es opuesta a la pretendida "unidad" con empresarios y militares patriotas, que sólo sirve para convertir al movimiento obrero y popular en escalera de los arribistas pequeñoburgueses con uniforme, curas y abogadillos.

Los trabajadores no podemos depositar ninguna confianza en gobiernos como el de Lula en Brasil, que diciéndose "partido de los trabajadores" llegó al poder por elecciones para cogobernar con los grandes empresarios y pactar con el FMI , y que en Bolivia apoya los designios de Petrobras.

O gobiernos como el del coronel Lucio Gutiérrez en Ecuador, que se presentó como "militar patriota" para llegar al gobierno y luego arrodillarse ante Estados Unidos antes de ser derribado por la indignación popular.

Estos gobiernos se visten de "populares", "progresistas" o "nacionalistas" para administrar el Estado capitalista y la sumisión ante el imperialismo.

Tampoco podemos confiar en gobiernos como el del comandante Chávez en Venezuela, que pese a su discurso nacionalista, no ha dejado de pagar la deuda externa ni expropiado a la oligarquía, ni roto con el imperialismo. Por el contrario, apoyó la trampa de la "sucesión constitucional" con Eduardo Rodríguez que permitió un nuevo engaño a los trabajadores y el pueblo de Bolivia, y apoya a Evo Morales y el MAS que traicionaron una vez más la causa de la nacionalización de los hidrocarburos.

La historia boliviana nos enseña también que los gobiernos de los militares "patriotas" y la burguesía "nacionalista" sólo han llevado a frustraciones y derrotas al pueblo trabajador, y jamás han permitido romper con el imperialismo. Ahí están los ejemplos de Bush, Toro, Villarroel, el primer gobierno del MNR (que expropió a los obreros y campesinos la revolución de 1952), J.J. Tórrez y la UDP para demostrarlo.

Por eso, los trabajadores sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas, en nuestra propia organización y en nuestros propios métodos de lucha, con un programa y una política obreras, opuestas a la conciliación de clases que predican el MAS y otros reformistas que nos quieren hacer creer que es posible "humanizar el capitalismo", "convivir" con las transnacionales, los terratenientes y los grandes empresarios" y "reformar" esta democracia neoliberal.

El objetivo fundamental del IPT debe ser la lucha por imponer un gobierno obrero, campesino, de los pueblos originarios y del pueblo pobre basado en una genuina Asamblea Popular a través de los métodos insurreccionales de la clase obrera y el pueblo. El parlamento burgués debe ser utilizado como decía Lenin como una tribuna de denuncia y propaganda revolucionaria, para convocar a las masas a formar sus propios organismos de autogobierno mediante la movilización.

Podemos y debemos utilizar la palestra electoral para denunciar a esta podrida democracia neoliberal, para unir fuerzas y agitar por nuestras ideas, pero sabemos que no es a través de ella como llegaremos al poder, y que sólo con la movilización revolucionaria de las masas -profundizando el camino del levantamiento de octubre y de las Jornadas de mayo-junio-, es como impondremos la nacionalización del gas y el conjunto de las demandas obreras, campesinas, originarias y populares y, en suma, nuestro propio gobierno.

Por ello, necesitamos un verdadero Instrumento Político de los Trabajadores, un verdadero brazo político de los sindicatos armado con una política y un programa obreros, independiente de todas las alas de la burguesía y sus agentes reformistas.

2. De los estatutos y la democracia obrera en el IPT

Se trata de poner en pie un IPT basado en la COB, en los sindicatos y sus asambleas de base; organizado según la mas amplia democracia obrera, con dirigentes responsables ante la base y revocables en cualquier momento por decisión de éstas, con libertad de actuación de las tendencias políticas obreras en su interior.

Por lo tanto se propone

a)El instrumento político deberá someter todas las decisiones de carácter programático, estratégico y estatutario a las organizaciones sindicales cuya máxima entidad es el congreso de la Central Obrera Boliviana, donde podrán participar las organizaciones políticas que conformen el Instrumento Político y que hayan demostrado defender la independencia de clase de los trabajadores como obligan los estatutos del ente matriz. El estatuto, el programa, los representantes del IPT deberán ser votados y elegidos en asambleas de base previos a la elección de los delegados al congreso. Así mismo se deberá buscar la participación cada vez mas amplia de los sectores que aun no se encuentran sindicalizados, los precarizados y contratados que por acción del articulo 55 aun no llevan vida orgánica en la central.

b)En momentos de campañas electorales como las actuales deberá elegirse a los representantes del Instrumento Político de los Trabajadores y a sus eventuales candidatos en asambleas municipales departamentales o nacionales convocadas por las organizaciones sindicales correspondientes.

c)El Instrumento Político de los Trabajadores debe garantizar la libre organización de cualquier grupo de trabajadores o corrientes políticas (que defiendan la independencia de clase) que en su seno deseen y quieran expresar puntos de vista diferentes a los existentes.

d)Estas asambleas deberán tener carácter de ampliados sindicales y deberán estar abiertas a todo trabajador de base que se activo militante del Instrumento Político de los Trabajadores.

e)Se instruye a todos los sindicatos, federaciones y confederaciones a delegar compañeros votados en la base para las tareas que demande la organización del Instrumento Político de los Trabajadores, como ser información, campañas, agitación, propaganda y otras. Para esto se instruye la creación de secretarias del IPT en todas las organizaciones sindicales.

f)Con el fin de defender la independencia de clase del proletariado como instruyen los estatutos de la COB, todo empresario (explotador de obreros), o representante de las instituciones de la burguesía como pueden ser curas o militares, o individuos que hayan participado en funciones del gobierno, queda automáticamente inhabilitado para ser parte de cualquier instancia del IPT.

3. Del programa

Ni la nacionalización de los hidrocarburos ni ninguna de las reivindicaciones fundamentales de los trabajadores, los campesinos, los pueblos originarios ni el pueblo humilde de las ciudades será satisfecha "consensuando" con la clase dominante y sin romper con el imperialismo ni afectar la gran propiedad privada (trasnacionales, terratenientes, empresarios que engordan con la explotación de los trabajadores).

Por ello, los siguientes puntos programáticos no deben ser interpretados como un listado más de consignas, al estilo de los "pliegos petitorios" tradicionales, sino como bases o ejes para un plan de acción de los trabajadores y el pueblo para la movilización revolucionaria de las masas y la construcción de nuestros órganos de poder, centralizados en una genuina Asamblea Popular.

El programa del IPT debe ser enriquecido con el debate de los trabajadores, incorporando los mejores aportes de nuestros documentos históricos, como la Tesis de Pulacayo, y las experiencias de la lucha de clases nacional e internacional reciente, como han sido los levantamientos de Octubre y Junio.

Por la Asamblea Popular. Como evidenciaron las jornadas revolucionarias de junio, los explotados y oprimidos de la ciudad y el campo necesitan organismos superiores para la lucha por sus reivindicaciones. Esto se expreso en el cabildo del 6 de junio en la Plaza San Francisco, donde multitudes le reclamaban a los dirigentes poner en pie la AP como forma de organización para la lucha por el poder. Sin embargo la APNO no logro convertirse en un genuino órgano de poder de las masas movilizadas, hacía falta su extensión nacional a través de miles de delegados revocables y votados en la base, de los mineros, fabriles, maestros, campesinos, de los pueblos originarios etc. La lucha por poner en pie este organismo es la base para la lucha por todas nuestras reivindicaciones

Por la nacionalización de los hidrocarburos. Anulación de todos los contratos y concesiones a las transnacionales y la renacionalización sin indemnización bajo control colectivo de los trabajadores y los pueblos originarios

Renacionalización sin indemnización de todas las empresas públicas "capitalizadas" bajo control colectivo de los trabajadores y de los consumidores humildes de los servicios (Aguas del Illimani, Electropaz, Entel, etc.). La apertura de sus libros de contabilidad demostrará la estafa de estas empresas al país y a los trabajadores. Nacionalización de la banca para garantizar crédito barato a los artesanos y pequeños productores de la ciudad y del campo.

¡Por el trabajo y el empleo! Abolición del DS 21060 y su nefasto art. 55. Efectivización de todos los contratados y prohibición de todo despido por causas laborales, sindicales o políticas. Aumento general de salarios y reposición de todas las conquistas perdidas ¡Por el salario mínimo vital y móvil, de acuerdo al costo de la canasta familiar! ¡nacionalización y puesta en marcha bajo control obrero de toda empresa que despida o cierre! ¡Reparto de las horas de trabajo entre todos los brazos disponibles, sin reducción salarial! Plenos derechos sindicales para todos los trabajadores.¡Igualdad de salarios y de derechos para la mujer trabajadora!

¡Sistema de pensiones único (régimen de reparto) bajo control de trabajadores y rentistas, y plenos derechos a la seguridad social para todo hombre o mujer mayores de 60 años, de la ciudad y el campo, siendo obligación del Estado financiar los recursos necesarios!

Plan obrero para la minería y metalurgia, basado en la nacionalización de COMSUR y demás grupos mineros bajo control obrero colectivo, contemplando las necesidades de los cooperativistas pobres dentro de un plan racional de explotación y desarrollo minero.

Defensa de la hoja de coca. Anulación inmediata de la ley 1008, expulsión de la DEA y demás agencias imperialistas. Libertad de cultivo y comercialización e industrialización de la hoja de coca de acuerdo a los intereses de los pequeños productores y del pueblo.

Revolución agraria (que no puede ser una reedición de la reforma del 52, concebida en los marcos del capitalismo y sin romper la sumisión al imperialismo); que parta de la completa liquidación del latifundio y la entrega de tierra a todos los brazos que quieran trabajarla, que garantice el territorio para los pueblos y comunidades originarias en todo el país, y que encare un plan obrero y campesino de industrialización agraria en el Altiplano y los Valles.

Defensa incondicional del derecho del pueblo aymara, quechua, tupí-guaraní a la más plena autodeterminación, la cual es ante todo política e incluye el derecho a constituir un estado independiente si lo consideraran necesario. Luchamos por la unidad de las masas obreras, campesinas, indígenas y populares en el marco de un nuevo Estado: una república de obreros y campesinos, que al romper con el imperialismo, transformar las bases económico-sociales y derribar todas las actuales formas de opresión racista, será ante todo una república india, donde la cultura de los pueblos originarios podrá encontrar el más amplio marco para desarrollarse.

Por la ruptura con el imperialismo. ¡No pago de la deuda externa! No al ALCA o el TLC Andino. ¡Ruptura de todos los pactos -con la OEA, FMI, Banco Mundial, etc. que someten a Bolivia al imperialismo!

Por la unidad de los trabajadores y campesinos latinoamericanos en la lucha continental contra el imperialismo. Sólo los trabajadores podremos forjar la necesaria unidad económica y política de América Latina. Solidaridad internacionalista con la lucha contra el imperialismo en el continente y en el mundo, y es parte de la lucha común contra el ALCA y el FMI, por el retiro de las tropas imperialistas en Haití -y de las fuerzas argentinas, brasileras, etc.-. Contra el Plan Colombia y el rechazo a cualquier intento de agresión contra Cuba ¡Por la derrota de los ocupantes imperialistas de Irak!

LOR-CI

Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta internacional
La Paz, 26 de julio de 2005.